La otitis externa es una infección del canal auditivo que transporta sonido del exterior del cuerpo hacia el tímpano. La pueden causar varios tipos de bacteria u hongos.
Ocurre si hay mucha humedad en el oído, o por cualquier cosa que produzca una lastimadura de la piel en el canal auditivo puede producir una infección. Como también limpiarse el oído de manera potente con hisopos, o colocarse objetos como ganchos, invisibles o clips en el oído pueden aumentar el riesgo de desarrollar una otitis externa.
El síntoma principal es el dolor de oído. Masticar puede resultar doloroso para ciertas personas con otitis externa. A veces, el canal auditivo pica antes de que el dolor comience.
Puede ser que el adulto o niño se queje de que le molesta el oído o que lo siente «tapado». Es posible que el oído externo se ponga rojo o se hinche y que haya un poco de supuración del oído.
Prevención
El uso de gotas de venta libre con una solución diluida de ácido acético, o alcohol boricado, en los oídos después de nadar ayuda a evitar la otitis externa, especialmente si el niño es propenso a contraer infecciones. Estas gotas sólo deben ser utilizadas en niños que no tienen tubos en los oídos o una perforación en el tímpano.
Después de pasar tiempo en el agua, los niños deben secarse con cuidado los oídos utilizando una toalla, e inclinar la cabeza hacia ambos lados para ayudar a que el agua drene de los oídos.
Para evitar dañarse los oídos, los niños no deberían limpiarse los oídos solos. Además, nunca coloque objetos en los oídos como por ejemplo hisopos.
Tratamiento
La otitis externa debe ser tratada por un médico. Si no se trata, el dolor de oídos puede empeorar y es posible que la infección se extienda.
Cuando esté en su casa, siga las instrucciones del médico con respecto a la administración de las gotas para los oídos y a los antibióticos vía oral, en caso que éstos se hayan recetado. Es importante que no le entre agua en los oídos durante todo el período del tratamiento.
Cuándo llamar o concurrir al médico
Llame al médico inmediatamente si tiene alguno de los siguientes síntomas: dolor de oído con o sin fiebre, una reducción en la audición en uno o los dos oídos o una supuración anormal del oído